Anoche tuvo lugar la maravillosa serenata en honor a nuestro Titular que interpretaron los miembros de la Coral Calíope. Jesús se encontraba en el centro del Altar Mayor, vestido de blanco, libre de artículos pasionistas como lo son la corona de espinas, potencias y cruz que lleva durante todo el año. Nuestra Señora de la Soledad se encontraba en el Retablo de Jesús, preciosamente engalanada para la ocasión con una sencilla saya de damasco, manto morado, espléndido tocado de blonda y tablas y corona de salida. Como tradicionalmente, la serenata fue todo un éxito comprobable al ver que en los bancos de la Iglesia no cabía un alfiler, y de nuevo, los componentes de la Coral nos deleitaron con sus preciosas canciones.
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